lunes, 2 de abril de 2012

Nuestra Tierra en peligro









“Cristo es el Espíritu de la Tierra…y si vamos contra nuestra Madre Tierra, también vamos contra El.”

Hace algunas décadas, alrededor del cambio del siglo XIX al XX, había 30 millones de especies o formas de vida en la Tierra, 30 millones diferentes de especies de vida. En 1993 había cerca de 15 millones. Tomó billones de años crear esas formas de vida y en menos de un parpadeo, en solo cien años, está muerta la mitad de la vida en esta querida Tierra. Se están extinguiendo alrededor de 30 especies por minuto en algún lado. Si observaran a este planeta desde el espacio, parecería que está muriendo bastante rápido.

Pero nosotros seguimos como si nada estuviera pasando y todo estuviera sensacional. Estamos metiendo dinero al banco y manejando nuestros autos y solo seguimos contoneándonos. Pero desde un punto de vista honesto, tenemos un problema de vida o muerte ocurriendo aquí en la Tierra y muy poca gente parece tomar esto realmente en serio.

Cuando intentaron que todo el mundo se uniera en Río a principios de los 90's para discutir el problema ambiental mundial, nuestro presidente ni siquiera quiso ir. ¿Por qué? Porque los problemas son tan serios que si quisiéramos solucionarlos, sucedería otro problema que sería todavía más serio, desde el punto de vista del presidente: 

"Nos sumergiríamos en un colapso financiero mundial, después del cual una gran porción de la población de la Tierra, moriría de hambre y otros problemas. En esencia, no podemos costear la reparación del ambiente". Por el otro lado de la moneda ¿podemos costear no hacerlo?

En 1992 las naciones del mundo se encontraron en la Cumbre Mundial en Río de Janeiro, para discutir los problemas ambientales de la Tierra. Se convocó a la reunión más grande de cabezas de estado en la historia del mundo, debido al peligro de perder a nuestro planeta. La mayor parte del mundo asistió, pero los Estados Unidos, el mayor contaminador del mundo, ni siquiera quiso participar. Era obvio que la administración política sentía que el dinero, los trabajos y la economía, eran más importantes que la supervivencia de la Tierra.

Cinco meses después, el 18 de noviembre de 1992, se dió a conocer un documento titulado “La advertencia de los Científicos del Mundo a la Humanidad”. Más de 1600 científicos titulares de 71 países, incluyendo a más de la mitad de los ganadores vivos del Premio Nobel, firmaron este documento. Era la advertencia más alarmante que el mundo haya recibido de un cuerpo tal de investigadores. Podrían pensar que este documento tendría gran credibilidad y que el mundo escucharía cuidadosamente.

Este comenzaba: “Los seres humanos y el mundo natural están en un curso de colisión. Las actividades humanas in-flingen un daño severo y generalmente irreversible sobre el ambiente y los recursos vitales. Si no se revisa esto, muchas de nuestras prácticas actuales ponen en serio riesgo el futuro que deseamos para la sociedad humana y los reinos vegetal y animal, y pueden alterar tanto al mundo vivo, que seremos incapaces de sostener la vida en la forma que la conocemos. Los cambios fundamentales son urgentes, si queremos evitar la colisión que provocará nuestro curso presente.”

El documento de advertencia comenzó entonces a en-listar las crisis: agua contaminada, océanos, suelo, atmósfera, disminución de especies vegetales y animales y la sobre-población humana. (Más de la mitad de la vida en este planeta está ahora extinta y continuará muriendo.) Las palabras se volvieron severas:

“No quedan más de unas pocas décadas antes de que se pierdan las oportunidades de evitar las amenazas que confrontamos y los prospectos para la humanidad disminuyan inmensurablemente. Nosotros los firmantes, miembros titulares de la comunidad científica mundial, por el presente advertimos a toda la humanidad de lo que está por venir. Se requiere un gran cambio en nuestra administración de la Tierra y de la vida en ella, si se desea evitar una vasta miseria humana y que nuestro hogar global en este planeta no sea irremediablemente mutilado.”

Pero la mayoría del mundo rechazó esta declaración, aunque fue creada por uno de los cuerpos científicos más respetados alguna vez reunidos sobre la Tierra. Ustedes pensarían que haríamos una pausa y diríamos: “Si esto es verdad, ¿qué podemos hacer? Dejemos todo y hagamos lo que sea necesario.” Pero los gobiernos saben que si queremos evitar esta crisis, debemos cambiar la forma en que vivimos y esto no sería políticamente cómodo. Ningún político quiere ser el que presente este cambio nada popular. Para los gobiernos, la economía sufriría y quizás se colapsaría si dejáramos de contaminar. Por lo que se ha convertido en una guerra de dinero contra la vida, terrible pero verdad.

El New York Times y el Washington Post, dos de nuestros líderes más respetados en el reporte de las noticias, rechazaron en su momento este documento como carente de interés periodístico. Esto les da una idea de la importancia que le ponemos al planeta mismo. (Pueden leer acerca de todo esto y mucho más en  “El Equilibrio Sagrado, Redescubriendo Nuestro Lugar en la Naturaleza” por David Suzuki.)

Piensen un momento: Este documento de advertencia nos da una década o un poco más para evitar esta crisis, y fue escrito en 1992. Esta Tierra tiene billones de años. Le ha tomado millones de años a la humanidad alcanzar este nivel de conciencia, pero en solo 10 a 30 años, un pestañeo geológico, si no actuamos en una forma positiva, podemos quedar irreversible-mente mutilados. La palabra extintos fue evitada, pero todos sabemos que es una posibilidad.

 “Geometría Sagrada, la Flor de la Vida”, Drunvalo Melchizedec.


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