lunes, 2 de abril de 2012

Bosques en peligro


Eco-sistemas vitales
Los bosques concentran más de la mitad de la bio-diversidad del planeta, juegan un papel fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos. Las selvas y bosques son nuestro patrimonio natural mas importante y fundamentales para nuestra supervivencia.

Desde el punto de vista de la conservación de la bio-diversidad el bosque es hábitat de gran variedad de flora y fauna silvestres y su destrucción implica el riesgo de extinción de numerosas especies. El cuidado de los bosques repercute in-evitablemente en la conservación de los demás recursos naturales renovables, en la diversidad biológica y en el equilibrio ecológico local, regional y mundial.

Unos 60 millones de indígenas viven en los bosques pluviales de América Latina, Asia sud-oriental y África occidental; y unas 350 millones de personas viven dentro o cerca de bosques cerrados. Se calcula que unas 1600 millones de personas en todo el mundo dependen de los bosques para su subsistencia.

Bosques en peligro
Cuatro quintas partes de las selvas, que cubrían casi la mitad de la superficie de la Tierra hace ocho mil años, ya han sido sustituidas o han desaparecido.

Cada dos segundos, un área de bosque del tamaño de una cancha de futbol se pierde debido a la tala o la destrucción. El 72 % de los bosques de Indonesia y el 15 % de la Amazonia ya se han perdido para siempre. Los bosques del Congo enfrentan la misma amenaza.

Aunque las causas varían de región en región, todos tienen una amenaza común: la actividad humana. La agricultura, la tala y el cambio climático están acabando con los bosques irremplazables, y con la vida que depende de ellos, a un ritmo aterrador.

Los agro-negocios son responsables de la destrucción masiva de la selva, ya que se queman los bosques para que el ganado pueda pastar o para plantar soja. La explotación industrial de la madera y la producción de pulpa y papel también han devastado gran parte de los bosques tropicales del mundo. No solo son arboles centenarios talados en gran escala, a esto se suma la construcción de caminos en bosques tropicales vírgenes, que arrasan con los asentamientos humanos y les impide mantener su subsistencia a través de la caza, la recolección de leña y la agricultura.

Por otro lado, la deforestación contribuye al cambio climático (representa una quinta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero), por lo que Indonesia es el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero y Brasil el cuarto. El aumento de las temperaturas acentúa las sequias y los incendios forestales. La manera más segura de detener el cambio climático es acabar con la deforestación.

Emergencia forestal en Argentina
Se calcula que entre fines del siglo XIX y principios del XX, Argentina contaba con cerca de 100 millones de hectáreas de bosques, que cubrían aproximadamente el 30 % de su superficie continental. Actualmente nuestro país cuenta con una superficie de 31.443.873 hectáreas de bosques nativos (año 2007). Perdimos el 70 % de nuestros bosques nativos.

Amplias regiones del país han obtenido de las masas forestales nativas su principal fuente de ingreso económico: la producción de rollizos en la Selva Misionera (en Paraguay y Brasil  solo queda en total el 7% de su superficie original), en la región del Parque Chaqueño (allí se produce el 70 % de la deforestación de todo el país) que forma parte del Gran Chaco Americanosegunda área boscosa después de la Amazonia, y en el pedemonte de la Selva Tucumano Boliviana o “Yungas” (que acumula el 50 % de la bio-diversidad del país y donde más del 90 % de la región pedemontana despareció al ser transformada en cultivos de caña de azúcar y actualmente de soja).

La ausencia de planes de manejo  racional del recurso, con la tala selectiva de las especies más valiosas, implicó que los bosques sufrieran un rápido deterioro en su calidad, primer paso para la futura conversión del uso del suelo.

La demanda de productos primarios del bosque nativo que provocó la tecnificación del manejo ganadero, el incremento de la superficie agrícola y la expansión del sistema ferroviario (cuyos millones de durmientes se construyeron con arboles nativos) generaron una importante reducción de la superficie forestal.

Argentina se encuentra en emergencia forestal: entre 1998 y 2006 perdimos mas de 2.500.000 hectáreas de bosques nativos, lo que equivale a 280.000 hectáreas por año, una hectárea cada dos minutos. En los últimos años esta cifra va en aumento. La expansión de la soja y la ganadería son las principales causas de la deforestación en Argentina.

Fuente: Greenpeace y Secretaría de Ambiente y Desarrollo sustentable de la Nación, Dirección de Bosques.

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