No es un secreto que el jarabe de maíz
alto en fructosa puede ser dañino para su salud. Desafortunadamente, tampoco es
un secreto que este producto ha sustituido otras formas de azúcar en una gran
cantidad de alimentos. Lo que es aún peor es que la mayoría del jarabe de maíz
alto en fructosa (JMAF) es creado a partir de maíz modificado genéticamente.
Desde finales
de los años 1980, el JMAF ha remplazado el azúcar común, la miel y endulzantes
similares prácticamente en todo. El consumo prolongado de JMAF es tema de gran
debate, y estamos aprendiendo que el mismo puede provocar daños a largo plazo
en el cuerpo.
Una serie de
estudios realizados en las últimas décadas indican que el consumo de JMAF está
relacionado con una serie de afecciones a la salud. A continuación verá algunos
de los peligros más importantes del jarabe de maíz alto en fructosa que usted
debe conocer :
1. Riesgo
Significativo de Aumento de Peso y Obesidad
La lista de
estudios que demuestran que el JMAF provoca un mayor aumento de peso en
comparación con otros endulzantes es demasiado extensa como para publicarla en
este artículo. Uno de los mejores y más recientes estudios es el realizado en
la Universidad de Princeton, el cual descubrió que las ratas que fueron
alimentadas con JMAF aumentaron su nivel de grasa un 300% más rápido que
aquellas que recibieron una cantidad igual (o ligeramente mayor) de azúcar
derivada de frutas.
2. Mayor
Riesgo de Desarrollar Diabetes Tipo 2
El consumo de
jarabe de maíz alto en fructosa a través de los años, puede conducir a un
aumento en las probabilidades de desarrollar diabetes. Lo peor de esto es lo fácil que este
padecimiento, que lo acompañará toda la vida, puede ser evitado en la mayoría
de los casos. El consumo de sodas, bebidas energéticas y comida chatarra en
cantidades excesivas puede traer como consecuencia la pérdida de un pie,
quedarse ciego o afectar a sus hijos. Simplemente, no vale la pena.
3.
Hipertensión y Niveles Elevados de Colesterol “Malo”
La fructosa no
solamente hace que su cuerpo engorde, sino que también hace que engorde su
corazón. Existe una fuerte relación entre el consumo irresponsable de jarabe de
maíz alto en fructosa, los triglicéridos elevados y los niveles de HDL
(colesterol malo). Todos estos productos juntos pueden provocar la acumulación
de plaquetas, y con el tiempo conllevar a padecimientos cardíacos, incluyendo
hipertensión e inclusive un ataque al corazón.
4. Daños al Hígado a Largo Plazo
Este es un
gran peligro que muchas personas ignoran. Como casi todo lo que usted come o
bebe, el JMAF es procesado por el hígado, la vesícula y los riñones; y es
especialmente dañino para su hígado. Cuando esto se combina con un estilo de
vida sedentario puede ocurrir una cicatrización del hígado. Esto reduce
considerablemente la habilidad del órgano para procesar las toxinas y, con el
paso del tiempo, puede conducir a toda una serie de afecciones a la salud. Otro
estudio sugiere que el JMAF puede provocar hígado graso.
5. Exposición
a Mercurio por JMAF
Inclusive si
usted conocía todos los riesgos anteriormente mencionados que están
relacionados con el consumo de jarabe de maíz, existe una gran probabilidad de
que no sepa que, con mucha frecuencia, este producto viene acompañado de
niveles preocupantemente elevados de mercurio. En un estudio realizado el año
pasado, se encontró mercurio en más del 50 por ciento de las muestras tomadas. La exposición al mercurio puede traer como
resultado un daño irreversible al cerebro y al sistema nervioso. Este detalle
es especialmente preocupante con toda la cantidad de productos que se le dan a los
niños y que contienen JMAF.
Alternativas :
Los peligros
del jarabe de maíz alto en fructosa son muchos y son graves. Algunos estiman
que más de una tercera parte de la oferta alimenticia de los EE.UU. ha sido
contaminada por el producto. Si usted desea reducir su exposición al azúcar de
maíz, le invito que comience leyendo detenidamente las etiquetas de los productos,
si todavía no lo hace. Como una alternativa, personalmente le recomendaría la
utilización de xilitol, stevia o miel local como endulzantes.
Global Healing Center.