Dos estudios
confirman el derretimiento de seis enormes glaciares que elevará 1,2 metros el
nivel del mar.
"Imparable".
Así definen los autores de dos nuevos estudios el deshielo de seis enormes
glaciares antárticos -Thwaites, Haynes, Kohler, Pine Island, Pople y Smith- que
desembocan en el Mar de Amundsen. Solo el colapso de esas masas de hielo, que
cada año suman al océano tanta agua como la que aporta Groenlandia, bastaría
para que el nivel del mar subiera 1,2 metros, y se están derritiendo más rápido
de lo que se creía. En el peor escenario posible, el proceso durará 200 años;
en el mejor, más de un milenio.
En cualquier caso, los científicos tendrán que revisar las previsiones actuales de elevación del nivel del mar a consecuencia del calentamiento global.
Se ha pasado
el punto de no retorno, sentencia el glaciólogo Eric Rignot, de la
Universidad de California y el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, y
autor principal del trabajo publicado en la revista Geophysical Research
Letters. "Este sector de la Antártida será un importante contribuyente al
aumento del nivel del mar en las décadas y siglos venideros", indica. Su
colega Ian Joughin, de la Universidad de Washington, y su equipo prevén en
'Science' que el proceso dure entre 200 y 500 años.
Los nuevos
estudios tienen en cuenta los hechos en los últimos 40 años y sus resultados se
fundamentan en nuevos modelos informáticos basados en mediciones, entre otras
cosas, del grosor y la velocidad de los glaciares realizadas por satélites y
radares aéreos. La simulación del equipo de Joughin fue capaz de reproducir
fielmente la pérdida de hielo en la zona durante los últimos 18 años, tras lo
cual la proyectaron hacia el futuro. El resultado fue un lento y constante
retroceso de los glaciares durante dos siglos, hasta que el deshielo se
dispara.
La llamada línea de asentamiento -donde la base de un glaciar toca el fondo marino- ha
retrocedido en esa región a mayor velocidad que en el resto de la Antártida. Es
el primer paso para una potencial reacción en cadena: el agua del fondo del
océano -más caliente que la superficial- devora poco a poco la base del
glaciar, hace que la línea de contacto retroceda más, la plataforma pierde más
hielo en derrumbes, frena cada vez menos a los glaciares interiores y cae más
hielo al mar.
La cantidad de
agua que aportan al océano estos glaciares ha aumentado el 77% de 1973 a 2013.
Será la
desaparición del glaciar Thwaites, que hace las veces de muro de contención de
la Plataforma de Hielo Antártica Occidental, la que acelerará el deshielo en la
región del mar de Amundsen. "Nuestras simulaciones muestran que el
derretimiento del glaciar hará subir el nivel del océano menos de un milímetro
por año durante unos 200 años y entonces, ¡booo!, empezará a desaparecer",
dice Joughin.
En un estudio
publicado hace un mes, el grupo de Rignot determinó que la velocidad de estos
glaciares se ha acelerado tanto en los últimos 40 años que la cantidad de agua
que aportan al océano ha aumentado el 77% de 1973 a 2013. Este científico
calcula la contracción del glaciar Smith en unos 35 kilómetros, a razón de 2
kilómetros por año. "Estos glaciares continuarán derritiéndose hasta que
desaparezcan y el hecho de que reaccionen casi simultáneamente indica una causa
común, el aumento de las temperaturas en el océano", concluye Rignot.
Fuente: www.elcorreo.com (14/05/14)