En estos momentos una plataforma petrolera de Shell se
dirige hacia la costa ártica de Alaska para realizar perforaciones en busca de
petróleo. Seis compañeros están viajando justo detrás, a bordo de nuestro barco
Esperanza, para exponer este peligroso plan y defender esta frágil región de un
posible derrame de consecuencias irreparables. Compartimos a continuación una
reflexión de Isadora Wronski, integrante de la Campaña de Clima y Energía de
Greenpeace:
“La Ciencia del Clima ha dejado claro que el petróleo
que existe en el Ártico necesita permanecer en el suelo si queremos evitar los
peores impactos del cambio climático global. Nos conocemos y sabemos que Shell
también lo sabe".
Entonces, seguir adelante con un programa de
exploración de petróleo en el Ártico que amenazaría este entorno único, a los
medios de vida de las personas que dependen de él y, además, alteraría aún más
nuestro clima sólo por generar ganancias a corto plazo es cínico en extremo. De
hecho, creemos que es totalmente inaceptable.
El gobierno de Estados Unidos admite que hay un 75% de
probabilidades de que la extracción de petróleo en el mar de Chukchi dará lugar
a un gran derrame de petróleo en algún momento. Y para agregar a ese factor de
riesgo; Shell está trayendo a Transocean, la misma empresa propietaria de la
plataforma que explotó en el Golfo de México matando a 11 personas y causando
el derrame de petróleo en el mar más grande de todos los tiempos.
Asumir ese riesgo para tratar de exprimir unas gotas más de petróleo es una locura. Esto demuestra hasta donde esta empresa está dispuesta a llegar, a menos que la detengamos.
Asumir ese riesgo para tratar de exprimir unas gotas más de petróleo es una locura. Esto demuestra hasta donde esta empresa está dispuesta a llegar, a menos que la detengamos.
A finales de este año se espera que los políticos se
pongan de acuerdo sobre un acuerdo global en las conversaciones sobre el clima
en París (COP21). Si se aferran a su compromiso previo de mantener el aumento
de la temperatura media global por debajo de 2 grados. El programa en el Ártico
de Shell no puede entrar en ese escenario.
Shell ya invirtió 6 mil millones de dólares en el programa de perforación del Ártico, en un momento en el que todas las inversiones de energía deberían dirigirse a las soluciones seguras, inteligentes, eficientes y renovables. Las energías limpias que necesitamos para el futuro.
Perforar petróleo en el Ártico es un desastre
esperando a suceder. Pero no va a pasar con nuestro consentimiento. Juntos, somos
casi 7 millones de personas y no vamos a dejar que Shell se salga con la suya”.
Seguí en vivo la travesía de nuestros compañeros que
siguen a la plataforma de Shell a través del océano Pacífico.
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